Guía para la monitorización de temperatura y la humedad relativa de la cadena de frío en farmacias
Comprender la importancia del control de la temperatura y la humedad relativa en una farmacia.
El control de la temperatura y la humedad relativa es una práctica esencial para garantizar la seguridad y la eficacia de las valiosas existencias de medicamentos, vacunas y reactivos.
Es importante que la temperatura de las neveras, así como la temperatura y la humedad relativa de las salas de almacenamiento de medicamentos, se comprueben con datos precisos.
De acuerdo con las mejores prácticas, la monitorización de las condiciones de almacenamiento en las farmacias debe seguir las Directrices de Buenas Prácticas de Distribución (GDP) de la UE.
La mayoría de los medicamentos almacenados en neveras de farmacia deben conservarse entre 2 °C y 8 °C, mientras que los que pueden almacenarse a temperatura ambiente deben estar entre 15 °C y + 25 °C, con una humedad relativa inferior al 65 %.
La seguridad del paciente y la eficacia de la medicación es, por supuesto, el objetivo clave de todos los que intervienen en el proceso.
¿Cómo comprobar las condiciones de almacenamiento?
Teniendo en cuenta la sensibilidad de los medicamentos, vacunas u otros activos críticos a cambios en las condiciones de temperatura y humedad relativa, sólo la monitorización continua y automática, proporciona a través de la información en tiempo real, reacciones a tiempo que garanticen la calidad, la seguridad, y promover un alto ahorro financiero.
La verificación periódica y manual (Diariamente, cada dos días o mismo a cada hora) no garantiza la detección de ocurrencias como aperturas de puertas, mal funcionamiento de equipos (energía o avería) u otros, además de tener un mayor costo de mano de obra, también propenso a errores.
Seleccione los dispositivos de monitorización de temperatura adecuados.
Con vistas a garantizar una supervisión de la temperatura en tiempo real de los equipos de la cadena de frío farmacéutica, se recomienda utilizar registradores de datos digitales o sistemas de monitorización continua de temperatura. Estos dispositivos deben cumplir las normas del sector, como las establecidas por la FDA y la UE, y su precisión y fiabilidad deben validarse mediante un proceso de calibración anual.
Son cada vez más utilizados sistemas inalámbricos de monitorización de temperatura, que incorporan tecnologías como data loggers con alimentación autónoma por baterías de durabilidad hasta 10 años y con memoria interna para garantizar los datos, fáciles de instalar, sin cables ni necesidad de manipular el equipo para instalar el sensor.
Es importante elegir un dispositivo que satisfaga las necesidades específicas de su operación farmacéutica, como las relacionadas con el rango de temperatura, la capacidad de almacenamiento y los requisitos normativos.
Los datos de los sensores deben enviarse automáticamente a una plataforma de software, accesible en tiempo real desde cualquier lugar, proporcionando así un acceso instantáneo y sencillo a la información en cualquier momento, especialmente en caso de cualquier incidencia. Son preferibles las soluciones de monitorización multicanal, que ofrecen diferentes formas de acceder a los datos, por ejemplo, a través de aplicaciones para teléfonos que proporcionan movilidad.
Revisar y actualizar periódicamente el sistema de monitorización.
Considerando la criticidad de la aplicación, al tratarse de una solución 24/7 que debe asegurar información en tiempo real, con funcionalidades de alarmas e informes, es extremadamente relevante elegir una solución con mantenimiento completo, copias de seguridad diarias y actualizaciones incluidas, así como varios niveles de redundancia, para asegurar su correcto funcionamiento y disponibilidad.
Beneficios y ahorro
La automatización del proceso de monitorización de la cadena de frío, mediante una solución validada, aumenta la Seguridad del Paciente y del Personal Médico, promueve un elevado ahorro al automatizar el proceso manual y evitar pérdidas en casos de rotura de la cadena de frío, garantiza el cumplimiento de las normas vigentes y aumenta la calidad de todo el proceso.